La Almazara

La Almazara

Cocina exquisita en un antiguo molino de aceite


Hay restaurantes un poco escondidos y a los que cuesta llegar -aunque hoy en día con Google Maps no hay ningún problema- y que, sin embargo, están siempre llenos. Tengo comprobado que cuando la gente recorre unos cuantos kilómetros a propósito para comer en ellos, es sinónimo de acierto seguro. Un claro ejemplo es el Restaurante "La Almazara", situado en plena huerta ceheginera y a escasos metros del yacimiento arqueológico de Begastri. Ocupando el espacio de un antiguo molino de aceite, en este restaurante se elabora una cocina tradicional de temporada, con un total respeto por el producto, que se trata con las técnicas y tiempos adecuados. 

En el local podemos ver los utensilios y maquinaria que se empleaban para la elaboración del aceite. Un local de estilo rústico, acogedor y con encanto. Destacan los zócalos de azulejos y las colañas de madera del techo que, junto con una pequeña chimenea, le dan un ambiente familiar de casa de campo, que invita a disfrutar de la comida y la sobremesa. 

Un restaurante muy acogedor

Sentirse como en casa


En la carta podemos ver que se apuesta por la cocina tradicional, aunque en los entrantes se permiten un poco más de innovación, como la torrija de sardina o su huevo relleno. Elaboran arroces -con arroz bomba D.O. Calasparra- y carnes de caza y las brasas y el horno de leña también tienen mucha presencia. La carta de vinos cuenta con más de 100 referencias, con una buena representación de caldos de la zona. En nuestro caso nos dejamos aconsejar y fue una grata sorpresa descubrir el "Soma", un vino de la D.O. de Bullas elaborado en el Valle del Aceniche, mezcla de Monastrell y Syrah y con una producción muy limitada. También se pueden degustar cervezas artesanas de la zona, como la "Cañonita" o la Jubilosa.

Soma 2.016

Cañonita, cerveza artesana caravaqueña

Entramos en materia con unos tacos de "Pulpo al vino", con lo que ya nos empezábamos a hacer una idea de lo bien que iba a transcurrir la comida. Unos trozos de pulpo jugosos y tiernos, crujientes por fuera y con un agradable toque cítrico. Os puedo asegurar que no quedó ni la salsa.

Pulpo al horno

Continuamos con la "Torrija de sardina en semi-salazón y velo ibérico". Mezcla el crujiente y la cremosidad de la torrija con el salado de la sardina y un sutil velo de tocino ibérico para rematar el plato. Un conjunto de texturas y sabores que explotan en el paladar.

Torrija de sardina en semi-salazón y velo ibérico

Aprovechando que es temporada de setas, probamos el "Revuelto de níscalos con huevos de corral". Unos níscalos tiernos y carnosos -que no abundan este año debido a la escasez de lluvias- que se mezclan con el huevo y la patata.

Revuelto de níscalos con huevos de corral

Fuera de carta probamos el "Canelón de pato trufado". Bien presentado, con una bechamel muy fina y cremosa y un jugoso relleno, rematado con un crujiente chip de queso. Lo que no se apreciaba lo suficiente era el toque trufado.

Canelón de pato trufado

Continuando con las recomendaciones fuera de carta, pedimos el "Jarrete de cordero". Asado en el horno de leña, sabroso. meloso y tierno -salía del hueso casi sin usar el cuchillo-; con verduras y patata asada de guarnición. 

Jarrete de cordero

Finalizamos con un "Entrecot de vaca madurada". Una carne de primera calidad con una maduración de 30 días y que se deshacía en la boca a cada bocado; pura mantequilla.

Entrecot de vaca madurada

En cuanto a los postres, probamos el "Flan de queso", la "Torrija con helado de chocolate blanco" y el "Coulant de chocolate". Muy buen nivel en todos, un flan muy cremoso y con fresa confitada, una torrija con naranja confitada que le daba un toque cítrico y un coulant esponjoso por fuera y líquido por dentro.

Flan de queso
Torrija con helado de chocolate blanco

Coulant de chocolate

El servicio también estuvo a gran nivel, muy profesionales y amables. Un trato excelente por parte de Carlos, el gerente, y de todo su equipo de sala. Os podéis dejar aconsejar perfectamente respecto a cualquier vino o plato de la carta. 

En definitiva, estamos ante uno de esos restaurantes por los que merece la pena recorrer unos kilómetros y visitarlo. No es casualidad que "La Almazara" aparezca todos los años en la guía de "Los 50 imprescindibles" de la Región que elabora el diario La Verdad. Un restaurante con encanto, una cocina tradicional de mucho nivel y un servicio impecable Además, la relación calidad-precio es más que correcta, no os llevaréis ningún susto con la cuenta.


Restaurante La Almazara
Los Naranjos, 46
30.439  Cehegín
Tel: 968 43 30 89
Precio medio: 30-40 €







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