Alma Mater

En busca de la excelencia



Uno de los estrenos gastronómicos más sonados de la temporada está siendo el de "Alma Mater", el proyecto personal del chef Juan Gillamón, que tras haber pasado por cocinas como La Cabaña Buenavista o Arzak, e incluso recorrer el mundo trabajando para la escudería Ferrari de F1; ha decidido plasmar toda esa experiencia y probar suerte en su tierra. Una cocina con una técnica impecable, muy cuidada y sin artificios, con un toque de vanguardia pero sin perder las raíces.


Estilo nórdico

El local es espectacular, con dos alturas y amplios ventanales, con una decoración de estilo nórdico. Mesas y sillas cómodas y amplio espacio entre ellas, muy tranquilo.

Original recibidor con una bici clásica

La carta ofrece una serie de entrantes pensados para compartir, cuatro opciones de pescado y otras cuatro de carne. También existe la posibilidad de menú degustación. Buena bodega y muy buen sumiller, en nuestro caso nos recomendó el "Sierra de Toloño", un Rioja moderno y muy agradable. De aperitivo, nos trajeron una especie de empanadillas rellenas de carne, muy ricas. Muy bueno también el servicio de pan -de semillas y masa madre- y aceite.

Aperitivo


Servicio de pan y aceite

Empezamos probando el "Foie gras a la sal, anguila ahumada y manzana asada", una versión diferente de las famosas milhojas de Martín Berasategui. Unos medallones de foie caramelizado, con un tartar de anguila ahumada y una compota de manzana; muy rico.

Foie gras a la sal, anguila ahumada y manzana asada

De entrante también pedimos el "Canelón de pollo de corral y pisto, demiglace de setas y Amontillado". Sencillo y a la vez espectacular, muy jugoso y con un sabor muy agradable.

Canelón de pollo de corral y pisto, demiglace de setas y Amontillado

De carne nos decantamos por la "Pintada, mole negro, maíz y verduras estofadas con tomillo limón". Una carne muy delicada que hay que tratar con cuidado para que no quede seca y que en este caso tenía un punto perfecto, quedando muy tierna y jugosa, con una salsa deliciosa, un sutil toque picante del mole y unas verduritas al dente.


Pintada, mole negro, maíz y verduras estofadas con tomillo limón

De pescado pedimos la "Parpatana de atún rojo, sofrito mediterráneo y encurtidos caseros". un corte del atún que se ha puesto de moda últimamente, es como el chuletón del atún. Aquí estuvo muy bien el servicio alterando el orden habitual de pescado-carne y lo marcharon después de la pintada, ya que es un corte muy graso y potente, meloso y que se deshace en la boca. Además, la mezcla con el sofrito le daba un sabor increíble.

Parpatana de atún rojo, sofrito mediterráneo y encurtidos caseros

En cuanto al postre, tomamos el "Tocino de cielo con crema agria, chutney de piña y pimienta rosa". Más ligero y menos dulzón, aunque yo prescindiría de la pimienta, ya que se come un poco todo lo demás.

Tocino de cielo con crema agria, chutney de piña y pimienta rosa

El servicio fue muy profesional, pese a un ligero retraso inicial a la hora de tomarnos nota. Nos aconsejaron muy bien y acertaron con detalles como marchar la carne antes que el pescado, como he comentado anteriormente.

En definitiva, "Alma Mater" aumenta el nivel gastronómico de una ciudad que está en continuo movimiento. Diferente a otros restaurantes que han abierto recientemente con una cocina más informal o canalla,  Alma Mater tiene un estilo más formal y elabora una cocina muy depurada y con sabor, aunque algunos precios son algo elevados para tratarse de Murcia.


Alma Mater
C/Madre de Dios, 15
30.004 Murcia
Tel: 868 06 95 57
Precio medio: 50 €































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